con la novedad de que se hicieron cambios en los calendarios y hasta el dia de hoy lunes 24 de septiembre, me confirmarón que los examenes que estaban programados para el día 29 de septiembre y 06 de octubre, se recorrerán una semana, es decir que se presentarán el sabado 06 y 13 de octubre, por lo tanto, éste fin no se les aplicará el examen de psicología del adulto, asi que despreocupense por eso, sin embrago les dejo aqui la información de lo que hemos visto las clases anteriores y les dejo la lectura del tema que veriamos la clase del 29 de septiembre, pasen la voz a sus compañeros por favor.
saludos y muy linda semana a todos!!!
Psic.
Azucena Montes Villegas
Teorías psicoanalíticas (Freud).
Entre las teorías psicológicas más conocidas se encuentra
el planteamiento psicoanalítico. Se denomina psicoanalítico por la insistencia
de Freud en analizar fuerzas y conflictos (psíquicos) internos profundos.
Según Freud, cada persona hereda una serie de
conflictos infantiles junto con formas de enfrentarnos a ellas. Si estas son
buenas experiencias somos personas capaces de superar conflictos, determinadas
situaciones. Si por el contrario, son experiencias traumáticas no sabremos
afrontar determinadas situaciones, tendremos un yo débil.
Entre las ideas freudianas más fundamentales se
encuentra la noción de que el comportamiento y el desarrollo humanos están
motivados por dos tendencias poderosas: el impulso de sobrevivir y el impulso
de reproducirse. La sexualidad comprende no sólo las actividades vinculadas
claramente con el sexo, sino también una amplia variedad de otras conductas y
sentimientos, afecto y amor, lo mismo que actos como comer, chuparse el dedo y
fumar.
Freud utiliza el término libido que es el origen de la fuerza de los impulsos sexuales. De acuerdo a esta teoría la satisfacción de los impulsos sexuales o siempre implica a las partes sexuales del cuerpo.
Freud utiliza el término libido que es el origen de la fuerza de los impulsos sexuales. De acuerdo a esta teoría la satisfacción de los impulsos sexuales o siempre implica a las partes sexuales del cuerpo.
Por otro lado, Freud menciona que el desarrollo
humano ocurre en tres etapas generales que se muestran en distintos niveles o
aspectos de la personalidad:
- Ello: es el inconsciente. Cuando nace el niño es
el puro ello, el puro instinto. El ello seguía por el principio del placer. El
niño no tiene idea de que es posible e imposible, ningún sentido de la
realidad, ninguna regla moral interiorizada que controle la conducta. El
principio del placer determina que el instinto sea saciado y al momento. Los
bebés hambrientos no esperan; deben ser alimentados.
- Yo: es la parte racional y se va generando a
partir de la interacción con la realidad. El Yo surge de que el niño advierte
gradualmente lo que es posible y lo que no. Es el nivel racional, intelectual
de la personalidad humana. Incluye la comprensión de que demorar la
gratificación a menudo es deseable.
El yo se rige por el principio de la realidad, es decir, hay que satisfacer el ello pero de una manera apropiada y realista. (yo fuerte / yo débil)
El yo se rige por el principio de la realidad, es decir, hay que satisfacer el ello pero de una manera apropiada y realista. (yo fuerte / yo débil)
- Superyó: En el tercer nivel, se encuentra el
superyó, se establece en oposición al Ello y el Yo. El Superyó surge del
contacto con la realidad, está más inclinado a la realidad social y física y se
relaciona con los aspectos morales de la personalidad (conciencia), asimila los
valores morales de los padres.
El Superyó busca la perfección y busca la autocrítica. Su desarrollo ocurre al comenzó de la niñez.
El Superyó busca la perfección y busca la autocrítica. Su desarrollo ocurre al comenzó de la niñez.
Generalmente existen muchas normas religiosas,
sociales y culturales que se oponen a los impulsos del Ello, éste y el superyó
están en conflicto, y Freud suponía que este conflicto explica muchas conductas
anómalas.
Etapas
psicosexuales
Freud realiza una descripción del desarrollo
psicosexual, el cual define de acuerdo con etapas que se distinguen por los
diversos objetos y actividades que se relacionan con la satisfacción de los
impulsos durante cada una. El nombre de cada una refleja los cambios en las
áreas de la satisfacción sexual a medida que el niño madura.
Las etapas que Freud determinó son las siguientes:
Etapa Oral. (del nacimiento hasta los 18 meses)
La etapa de la lactancia. Todo el placer, todo el interés está centrado en la zona de la boca y la succión. El niño experimentará placer con todo lo relacionado a la boca. El niño busca en forma constante satisfacer sus impulsos y son incapaces de demorar la gratificación en forma deliberada.
Durante esta etapa la personalidad del niño consta principalmente del Ello.
La etapa de la lactancia. Todo el placer, todo el interés está centrado en la zona de la boca y la succión. El niño experimentará placer con todo lo relacionado a la boca. El niño busca en forma constante satisfacer sus impulsos y son incapaces de demorar la gratificación en forma deliberada.
Durante esta etapa la personalidad del niño consta principalmente del Ello.
Etapa Anal.
(18 meses a dos o tres años)
Según Freud en la primera etapa de esta etapa el niño obtiene placer de los movimientos intestinales. Posteriormente adquiere el control de los músculos del esfínter y deriva un gran placer de retener los movimientos intestinales para aumentar la sensación anal. Estas conductas se oponen a los deseos de la madre, como resultado de este conflicto el niño comienza a formar su Yo, una conciencia de que ciertas cosas son posibles en tanto otras no. El niño empieza tener autonomía.
Según Freud en la primera etapa de esta etapa el niño obtiene placer de los movimientos intestinales. Posteriormente adquiere el control de los músculos del esfínter y deriva un gran placer de retener los movimientos intestinales para aumentar la sensación anal. Estas conductas se oponen a los deseos de la madre, como resultado de este conflicto el niño comienza a formar su Yo, una conciencia de que ciertas cosas son posibles en tanto otras no. El niño empieza tener autonomía.
Etapa fálica. (2-3 a 6 años)
Se le da esté nombre no sólo porque la zona de la sexualidad se ha desplazado de la región anal a la genital, sino también porque el centro del placer se establece en el falo. Los varones experimentan orgullo por tenerlo y las mujeres lo envidian, es decir se convierte en la primera importancia para la sexualidad tanto de niñas como de niños.
Se le da esté nombre no sólo porque la zona de la sexualidad se ha desplazado de la región anal a la genital, sino también porque el centro del placer se establece en el falo. Los varones experimentan orgullo por tenerlo y las mujeres lo envidian, es decir se convierte en la primera importancia para la sexualidad tanto de niñas como de niños.
Diferenciación de sexos y género.
De acuerdo con Freud, el desarrollo normal lleva
ahora al niño a pasar por el complejo de Edipo, cuando su creciente
conocimiento de los significados sexuales del área genital lo hacen desear a su
madre y querer suplantar inconscientemente al padre. En las niñas de cuatro a
seis se presenta el complejo de Electra, que las lleva a sentir celos de la
madre. Aparece el Superyó.
Etapa de Latencia. (6 a 11 años)
La resolución del complejo de Edipo marca el paso a la siguiente etapa. Los impulsos sexuales se adormecen y hay una identificación continua con el progenitor del mismo sexo, lo cual permite que el niño comience a formar un superyó.
La resolución del complejo de Edipo marca el paso a la siguiente etapa. Los impulsos sexuales se adormecen y hay una identificación continua con el progenitor del mismo sexo, lo cual permite que el niño comience a formar un superyó.
Etapa Genital. (11 años en adelante)
Después de este periodo de neutralidad sexual el
niño entra en la adolescencia y etapa de la madurez sexual. Comienza a
establecer vínculos heterosexuales que caracterizan a las relaciones sexuales
adultas. El Superyó se vuelve progresivamente más flexible.
Freud menciona que si estas etapas son superadas se
podrá desarrollar una vida adulta sana, en caso contrario se tendrá una vida
adulta con represiones y se ponen en marcha mecanismos de defensa. Los
mecanismos de defensa son métodos irracionales y a veces poco saludables de los
que muchos se valen para compensar su incapacidad de satisfacer las exigencias
del Ello. Estos mecanismos son particularmente importantes para comprender
personalidades alteradas.
TEORÍA
PSICOSOCIAL
(Erik Erikson)
(Erik Erikson)
Las teorías de Sigmund Freud han tenido una gran
influencia sobre el estudio del desarrollo. Freud reconoció la existencia de
diferentes comportamientos humanos pero se centró especialmente en el libido y
el impulso de placer. Sus teorías sobre el comportamiento inconscientes han
influido en las teorías actuales de las emociones, la motivación y el
desarrollo de la personalidad. Freud divide la personalidad en tres instancias:
la “id” (instintiva), el ego (realista) y el súper-ego ( etico-moral). El ego
controla los impulsos peligrosos percibidos a través de varios mecanismos de
defensa. Mientras que Freud se centra en el estudio de la “id” (instintiva),
Erikson (1963) se centra básicamente en las implicaciones del ego en el
desarrollo humano. Según Erikson, el desarrollo humano sólo se puede entender
en el contexto de la sociedad a la cual uno pertenece y remarca la relación
entre el ego y las fuerzas sociales que tienen algún tipo de influencia sobre
las personas en determinados momentos de la vida.
Para Erikson, la teoría psicosexual de Freud y las
etapas son pocas y limitadas. Mencionó que el desarrollo del ser humano se
forma de etapas, pero se engrandece con el ambiente. Para él cada etapa del
desarrollo implica una dificultad, lo que se denomina crisis de madurez, que
cada sujeto, cada persona deberá resolver. Y añade el factor que explica que se
superen o no se superen: la interacción entre las características propias de
cada uno y el ambiente social en el que vive el sujeto.
Erikson divide la vida en ocho etapas de desarrollo
psicosocial. Cada etapa está caracterizada por una crisis emocional con dos
posibles soluciones, favorable o desfavorable. La resolución de cada crisis
determina el desarrollo posterior. Las cinco primeras etapas son especialmente
importantes para nosotros porque se centran en la infancia y adolescencia.
- Etapa
de la confianza versus desconfianza. (0 - 1 año)
Esta etapa o período abarca desde el nacimiento
hasta la edad de uno o dos años. Erikson asegura que en este periodo de la
infancia si el niño recibe los cuidados en cuanto a alimentación y otras
necesidades básicas propias de esta edad y se siente amado por sus padres ó las
personas que lo cuidan, el niño crece seguro de sí mismo y adquiere la
confianza y optimismo que necesita para desarrollarse debidamente. Si esos
cuidados y el amor no son proveídos en esta etapa el niño crece inseguro sin
confiar en sí mismo ni en otras personas.
b) Etapa de autonomía versus vergüenza y duda. (1 -
3 años)
La segunda etapa de Erikson ocurre durante la edad temprana infantil y abarca desde el año y medio ó dos años hasta la edad de los tres o cuatro años y medio. El niño que recibe la atención apropiada por parte de sus padres en esta etapa adquiere control en sí mismo y se siente orgulloso de sus pequeños logros en vez de sentirse avergonzado. Autonomía en este caso no se refiere a un absoluto control de su voluntad pero al menos los niños que superan esta etapa con éxito son más independientes, tienen iniciativa propia y desarrollan su voluntad en cuanto a lo que quieren y no quieren hacer. Esta es la etapa normal de los berrinches y llantos cuando sus padres no pueden complacerlos y dejarlos hacer su voluntad. Un ejemplo de cómo un niño puede desarrollar autonomía a esta edad es permitiéndole que escoja los zapatos que quiere usar, elegir el color de su camisa o cual tipo de galletitas quiere comer. Si al niño en esta edad no se le dan alternativas sobre mínimas cosas que él puede decidir el niño se frustra y se siente avergonzado y su carácter y voluntad propios no se desarrollan adecuadamente.
La segunda etapa de Erikson ocurre durante la edad temprana infantil y abarca desde el año y medio ó dos años hasta la edad de los tres o cuatro años y medio. El niño que recibe la atención apropiada por parte de sus padres en esta etapa adquiere control en sí mismo y se siente orgulloso de sus pequeños logros en vez de sentirse avergonzado. Autonomía en este caso no se refiere a un absoluto control de su voluntad pero al menos los niños que superan esta etapa con éxito son más independientes, tienen iniciativa propia y desarrollan su voluntad en cuanto a lo que quieren y no quieren hacer. Esta es la etapa normal de los berrinches y llantos cuando sus padres no pueden complacerlos y dejarlos hacer su voluntad. Un ejemplo de cómo un niño puede desarrollar autonomía a esta edad es permitiéndole que escoja los zapatos que quiere usar, elegir el color de su camisa o cual tipo de galletitas quiere comer. Si al niño en esta edad no se le dan alternativas sobre mínimas cosas que él puede decidir el niño se frustra y se siente avergonzado y su carácter y voluntad propios no se desarrollan adecuadamente.
c) Etapa de iniciativa versus culpabilidad. (3- 6
años)
De acuerdo a Erikson esta etapa comienza a los tres
años y medio o cuatro y termina cuando el niño entra a la escuela primaria.
Erikson llama esta etapa “la edad del juego”. Durante esta etapa el niño
aprende a compartir con otros, desarrolla su imaginación y su fantasía al jugar.
Aprende a seguir las reglas de los juegos y a tomar el liderazgo cuando juega
con otros. Si el niño es frustrado o restringido en sus juegos y actividades
durante esta etapa de juego, se siente culpable y se vuelve temeroso e incapaz
de tomar la iniciativa, se vuelve dependiente de sus padres y no desarrolla su
imaginación y creatividad a través de las fantasías normales que tienen los
niños a esta edad.
d) Etapa de la laboriosidad versus inferioridad. (7
- 11 años)
Erikson marca esta edad desde que el niño empieza a
ir a la escuela hasta que termina su educación intermedia (14 años
aproximadamente).
En esta etapa el niño aprende lo básico de la vida que necesita para llegar a ser un adulto funcional y competente. De acuerdo a Erikson aquí es donde el niño comienza su relación con sus amigos y sigue las normas sociales propias de esta edad. En esta etapa también aprende a como seguir las reglas de los juegos y puede jugar en equipo y practicar deportes que contengan reglas definidas. En esta etapa el niño entiende que debe aprender ciertos conocimientos académicos tales como estudios sociales, desarrolla sus habilidades cognitivas para aprender aritmética y las reglas de ortografía y gramática y se interesa por la lectura. A esta edad comprende que hacer la tarea es su responsabilidad y desarrolla auto disciplina la cual lo ayuda a comportarse bien en la escuela, a ser mas sociable con sus amigos y en su hogar y acatar las reglas impuestas por sus padres las cuales aplica en cada uno de los ambientes en los cuales se desenvuelve a esta edad. Si el niño no superó con éxito las etapas anteriores, al llegar a esta etapa se siente dudoso acerca de su futuro y se le forman complejos de inferioridad y se llena de culpa y de vergüenza por no poder adaptarse socialmente y actuar como los niños de su edad.
En esta etapa el niño aprende lo básico de la vida que necesita para llegar a ser un adulto funcional y competente. De acuerdo a Erikson aquí es donde el niño comienza su relación con sus amigos y sigue las normas sociales propias de esta edad. En esta etapa también aprende a como seguir las reglas de los juegos y puede jugar en equipo y practicar deportes que contengan reglas definidas. En esta etapa el niño entiende que debe aprender ciertos conocimientos académicos tales como estudios sociales, desarrolla sus habilidades cognitivas para aprender aritmética y las reglas de ortografía y gramática y se interesa por la lectura. A esta edad comprende que hacer la tarea es su responsabilidad y desarrolla auto disciplina la cual lo ayuda a comportarse bien en la escuela, a ser mas sociable con sus amigos y en su hogar y acatar las reglas impuestas por sus padres las cuales aplica en cada uno de los ambientes en los cuales se desenvuelve a esta edad. Si el niño no superó con éxito las etapas anteriores, al llegar a esta etapa se siente dudoso acerca de su futuro y se le forman complejos de inferioridad y se llena de culpa y de vergüenza por no poder adaptarse socialmente y actuar como los niños de su edad.
e) Identidad vs confusión de roles. (12 a 20 años)
Durante la adolescencia, la transición de la niñez
a la edad adulta es sumamente importante. Los niños se están volviendo más
independientes, y comienzan a mirar el futuro en términos de carrera,
relaciones, familias, vivienda, etc. Durante este período, exploran las
posibilidades y comienzan a formar su propia identidad basándose en el
resultado de sus exploraciones. El sentido de quiénes son puede verse obstaculizado,
lo que da lugar a una sensación de confusión sobre sí mismos y su papel en el
mundo.
Hay un reto importantísimo ¿quién soy yo?,
identidad sexual, rol social,... Es la etapa en la que se conquista la
identidad o se dará la confusión de roles.
Después de haber revisado brevemente estas tres
importantes teorías, podemos darnos cuenta de que nos ofrecen un marco teórico
general para interpretar algunos cambios que suceden durante el desarrollo
infantil, las características que se indicaron en cada etapa o periodo son
importantes de considerar al momento de realizar la valoración a pesar de esto,
debemos considerar que la experiencia nos enseña que no es posible encasillar a
los niños en etapas, actualmente el desarrollo del niño se ve afectado por diversos
factores, por lo que es importante retomar lo valioso de acuerdo al momento
histórico en el cual vivimos.
Karen Horney Teoría
Teoría
La teoría de Karen Horney es quizás la mejor de las
teorías sobre las neurosis que tenemos. En primer lugar, ofreció una perspectiva bastante
distinta de entender la neurosis, considerándola como algo bastante más
contínuo en la vida normal que los teóricos previos. Concretamente, entendía la
neurosis como un intento de hacer la vida más llevadera, como una forma de
“control interpersonal y adaptación”. Esto sería, por supuesto, aquello a lo
que estamos dirigidos en nuestra vida cotidiana, solo que parece que la mayoría
de nosotros lo hacemos bien y los neuróticos parece que se hunden más
rápidamente.
En su experiencia clínica, distinguió 10 patrones
particulares de necesidades neuróticas, los cuales están basados sobre aquellas
cosas que todos necesitamos, pero que se han vuelto distorsionadas de diversas
formas por las dificultades de las vidas de algunas personas.
Incialmente, tomemos la primera necesidad como ejemplo;
la necesidad de afecto y aprobación. Todos necesitamos afecto, entonces ¿qué es
lo que hace neurótica a esta necesidad?. Primero, la necesidad es irreal,
irracional, indiscriminada. Por ejemplo, todos necesitamos afecto, pero no lo
esperamos de todo aquel que conocemos. No esperamos grandes dosis de afecto de
parte de incluso nuestros mejores amigos y relaciones. No esperamos que
nuestras parejas nos den afecto todo el tiempo, en todas las circunstancias. No
esperamos grandes muestras de amor mientras que nuestras parejas están
rellenando los formularios de pagos a Hacienda, por ejemplo. Y, somos
conscientes de que habrá muchas veces en nuestra vida donde tendremos que ser
autosuficientes.
Segundo, la necesidad neurótica es bastante más intensa y
provocará un gran monto de ansiedad si no se satisface su demanda o incluso si
se percibe que no será satisfecha en un futuro. Es esto, por tanto, lo que le
lleva a tener esa naturaleza irreal. El afecto, para continuar con el mismo
ejemplo, debe expresarse claramente en todo momento, en todas las
circunstancias, por todas las personas, o el pánico se instaurará. El neurótico ha hecho de la necesidad
lo central de su existencia.
Las necesidades neuróticas son las siguientes.
Necesidad neurótica de afecto y aprobación. Necesidad
indiscriminada de complacer a los demás y ser querido por ellos.
Necesidad neurótica de pareja; de alguien que lleve las
riendas de nuestra vida. Esta necesidad incluye la idea de que el amor
resolverá todos nuestros problemas. Una vez más, a todos nos gustaría tener un
compañero con quien compartir nuestra vida, pero el neurótico va uno o dos
pasos más allá.
El neurótico necesita restringir la vida de uno a límites
muy estrechos, a no ser demandantes, a satisfacernos con muy poco. Incluso esta postura tiene su contrapartida normal.
¿Quién no ha sentido la necesidad de simplificar la vida cuando se vuelve muy
estresante; de unirse a una orden monacal; a desaparecer de la rutina; o de
volver al útero materno?.
Necesidad neurótica de poder, de control sobre los demás, de omnipotencia. Todos
buscamos el poder, pero el neurótico se desespera por lograrlo. Es un dominio
de su propia gesta, usualmente acompañado de un rechazo por la debilidad y una
fuerte creencia en los propios poderes racionales.
Necesidad neurótica de explotar a los demás y sacar lo
mejor de éstos. En la persona
común podríamos entender esto como la necesidad de tener un efecto, de provocar
impacto, de ser escuchado. En el neurótico, se convierte en una manipulación y
la creencia de que los demás están ahí para ser utilizados.
Puede comprender también una idea de miedo a ser
manipulado por los demás, de parecer estúpido. Ustedes se habrán percatado de
esas personas que les encanta las bromas pesadas, pero no las soportan cuando
ellas son el blanco de tales bromas, ¿no?.
Necesidad neurótica de reconocimiento o prestigio social. Somos criaturas sociales, así como sexuales, y nos gusta
ser apreciados por los demás. Pero estas personas están sobre preocupadas por
las apariencias y la popularidad. Temen ser ignoradas, simples, poco “guay” y
“fuera de lugar”.
Necesidad de admiración personal. Todos necesitamos ser admirados por nuestras cualidades
tanto internas como externas. Necesitamos sentirnos importantes y valorados.
Pero algunas personas están más desesperadas y necesitan recordarnos su importancia
(“nadie reconoce los genios”; “Soy el verdadero artífice detrás de las escenas,
¿sabes?”, y así sucesivamente. Su miedo se centra en no ser nadie, falto de
importancia y sin sentido en sus acciones.
Necesidad neurótica de logro personal. Una vez más diremos que no hay nada malo en aspirar a
logros, ni mucho menos. Pero algunas personas están obsesionadas con ello.
Deben ser los número uno en todo y dado que esto es, desde luego, una tarea muy
difícil, vemos a estas personas constantemente devaluando aquello en lo que no
pueden ser los primeros. Si, por ejemplo, son buenos corredores, el lanzamiento
de disco y las pesas son “deportes secundarios”. Si su fuerte es lo académico,
las habilidades físicas no son de importancia, y demás.
Necesidad neurótica de autosuficiencia e independencia. Todos nosotros debemos cultivar cierta autonomía, pero
algunas gentes sienten que no deberían necesitar de nadie nunca. Tienden a
rechazar la ayuda y muchas veces son reticentes a comprometerse en una relación
afectiva.
Necesidad de perfección e inexpugnabilidad. Muchas veces para ser cada vez mejores en nuestra vida,
tenemos un impulso que puede de hecho ser de consideración neurótica, pero
algunas personas pretenden constantemente ser perfectas y temen fallar. No
resisten que se les “coja” en un error y necesitan, por tanto, controlar todo
el tiempo.
A medida que Horney fue revisando sus conceptos, empezó a
darse cuenta que sus tipos de necesidades neuróticas podían agruparse en tres
amplias estrategias de adaptación:
Complianza (cumplimiento), que incluye las necesidades 1,
2 y 3.
Agresión, incluyendo las necesidades desde la 4 hasta la
8.
Alejamiento, incluyendo las necesidades 9, 10 y 3. Esta
última fue añadida porque es crucial para lograr la ilusión de independencia y
perfección total.
En sus escritos, la autora usó otras frases para
referirse a estas tres estrategias. Además de la complianza, se refirió a ésta
como la estrategia de moverse hacia y la llamada auto-retirada. Sólo tenemos
que detenernos un poco para ver que estas frases son muy similares en contenido
al acercamiento de aprendizaje o de la personalidad flemática de Adler.
El segundo punto (la agresión) también fue llamado como
moverse en contra de o como la solución expansiva. Correspondería a lo mismo que
describió Adler con su tipo dominante o la llamada personalidad colérica.
Y finalmente, además de alejamiento, la tercera necesidad
fue llamada también como alejarse de o la solución de resignación. Es muy
parecido al tipo evitativo de Adler o la personalidad melancólica.
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