lunes, 24 de septiembre de 2012

PSICOLOGIA DEL ADULTO TEMAS DEL 22 Y 29 DE SEPTIEMBRE (TAREA)

hola chicos de psicología 7 sabatino semestral:
con la novedad de que se hicieron cambios en los calendarios y hasta el dia de hoy lunes 24 de septiembre, me confirmarón que los examenes que estaban programados para el día 29 de septiembre y 06 de octubre, se recorrerán una semana, es decir que se presentarán el sabado 06 y 13 de octubre, por lo tanto, éste fin no se les aplicará el examen de psicología del adulto, asi que despreocupense por eso, sin embrago les dejo aqui la información de lo que hemos visto las clases anteriores y les dejo la lectura del tema que veriamos la clase del 29 de septiembre, pasen la voz a sus compañeros por favor.

saludos y muy linda semana a todos!!!















































CLASE No. 4 (29 DE SEPTIEMBRE 2012)



Psic. Azucena Montes Villegas

Teorías psicoanalíticas (Freud).

Entre las teorías psicológicas más conocidas se encuentra el planteamiento psicoanalítico. Se denomina psicoanalítico por la insistencia de Freud en analizar fuerzas y conflictos (psíquicos) internos profundos.

Según Freud, cada persona hereda una serie de conflictos infantiles junto con formas de enfrentarnos a ellas. Si estas son buenas experiencias somos personas capaces de superar conflictos, determinadas situaciones. Si por el contrario, son experiencias traumáticas no sabremos afrontar determinadas situaciones, tendremos un yo débil.

Entre las ideas freudianas más fundamentales se encuentra la noción de que el comportamiento y el desarrollo humanos están motivados por dos tendencias poderosas: el impulso de sobrevivir y el impulso de reproducirse. La sexualidad comprende no sólo las actividades vinculadas claramente con el sexo, sino también una amplia variedad de otras conductas y sentimientos, afecto y amor, lo mismo que actos como comer, chuparse el dedo y fumar.
Freud utiliza el término libido que es el origen de la fuerza de los impulsos sexuales. De acuerdo a esta teoría la satisfacción de los impulsos sexuales o siempre implica a las partes sexuales del cuerpo.

Por otro lado, Freud menciona que el desarrollo humano ocurre en tres etapas generales que se muestran en distintos niveles o aspectos de la personalidad:

- Ello: es el inconsciente. Cuando nace el niño es el puro ello, el puro instinto. El ello seguía por el principio del placer. El niño no tiene idea de que es posible e imposible, ningún sentido de la realidad, ninguna regla moral interiorizada que controle la conducta. El principio del placer determina que el instinto sea saciado y al momento. Los bebés hambrientos no esperan; deben ser alimentados.

- Yo: es la parte racional y se va generando a partir de la interacción con la realidad. El Yo surge de que el niño advierte gradualmente lo que es posible y lo que no. Es el nivel racional, intelectual de la personalidad humana. Incluye la comprensión de que demorar la gratificación a menudo es deseable.
El yo se rige por el principio de la realidad, es decir, hay que satisfacer el ello pero de una manera apropiada y realista. (yo fuerte / yo débil)

- Superyó: En el tercer nivel, se encuentra el superyó, se establece en oposición al Ello y el Yo. El Superyó surge del contacto con la realidad, está más inclinado a la realidad social y física y se relaciona con los aspectos morales de la personalidad (conciencia), asimila los valores morales de los padres.
El Superyó busca la perfección y busca la autocrítica. Su desarrollo ocurre al comenzó de la niñez.

Generalmente existen muchas normas religiosas, sociales y culturales que se oponen a los impulsos del Ello, éste y el superyó están en conflicto, y Freud suponía que este conflicto explica muchas conductas anómalas.

Etapas psicosexuales

Freud realiza una descripción del desarrollo psicosexual, el cual define de acuerdo con etapas que se distinguen por los diversos objetos y actividades que se relacionan con la satisfacción de los impulsos durante cada una. El nombre de cada una refleja los cambios en las áreas de la satisfacción sexual a medida que el niño madura.

Las etapas que Freud determinó son las siguientes:

Etapa Oral. (del nacimiento hasta los 18 meses)
La etapa de la lactancia. Todo el placer, todo el interés está centrado en la zona de la boca y la succión. El niño experimentará placer con todo lo relacionado a la boca. El niño busca en forma constante satisfacer sus impulsos y son incapaces de demorar la gratificación en forma deliberada.
Durante esta etapa la personalidad del niño consta principalmente del Ello.

Etapa Anal. (18 meses a dos o tres años)
Según Freud en la primera etapa de esta etapa el niño obtiene placer de los movimientos intestinales. Posteriormente adquiere el control de los músculos del esfínter y deriva un gran placer de retener los movimientos intestinales para aumentar la sensación anal. Estas conductas se oponen a los deseos de la madre, como resultado de este conflicto el niño comienza a formar su Yo, una conciencia de que ciertas cosas son posibles en tanto otras no. El niño empieza tener autonomía.

Etapa fálica. (2-3 a 6 años)
Se le da esté nombre no sólo porque la zona de la sexualidad se ha desplazado de la región anal a la genital, sino también porque el centro del placer se establece en el falo. Los varones experimentan orgullo por tenerlo y las mujeres lo envidian, es decir se convierte en la primera importancia para la sexualidad tanto de niñas como de niños.

Diferenciación de sexos y género.

De acuerdo con Freud, el desarrollo normal lleva ahora al niño a pasar por el complejo de Edipo, cuando su creciente conocimiento de los significados sexuales del área genital lo hacen desear a su madre y querer suplantar inconscientemente al padre. En las niñas de cuatro a seis se presenta el complejo de Electra, que las lleva a sentir celos de la madre. Aparece el Superyó.

Etapa de Latencia. (6 a 11 años)
La resolución del complejo de Edipo marca el paso a la siguiente etapa. Los impulsos sexuales se adormecen y hay una identificación continua con el progenitor del mismo sexo, lo cual permite que el niño comience a formar un superyó.

Etapa Genital. (11 años en adelante)

Después de este periodo de neutralidad sexual el niño entra en la adolescencia y etapa de la madurez sexual. Comienza a establecer vínculos heterosexuales que caracterizan a las relaciones sexuales adultas. El Superyó se vuelve progresivamente más flexible.

Freud menciona que si estas etapas son superadas se podrá desarrollar una vida adulta sana, en caso contrario se tendrá una vida adulta con represiones y se ponen en marcha mecanismos de defensa. Los mecanismos de defensa son métodos irracionales y a veces poco saludables de los que muchos se valen para compensar su incapacidad de satisfacer las exigencias del Ello. Estos mecanismos son particularmente importantes para comprender personalidades alteradas.

TEORÍA PSICOSOCIAL
(Erik Erikson)

Las teorías de Sigmund Freud han tenido una gran influencia sobre el estudio del desarrollo. Freud reconoció la existencia de diferentes comportamientos humanos pero se centró especialmente en el libido y el impulso de placer. Sus teorías sobre el comportamiento inconscientes han influido en las teorías actuales de las emociones, la motivación y el desarrollo de la personalidad. Freud divide la personalidad en tres instancias: la “id” (instintiva), el ego (realista) y el súper-ego ( etico-moral). El ego controla los impulsos peligrosos percibidos a través de varios mecanismos de defensa. Mientras que Freud se centra en el estudio de la “id” (instintiva), Erikson (1963) se centra básicamente en las implicaciones del ego en el desarrollo humano. Según Erikson, el desarrollo humano sólo se puede entender en el contexto de la sociedad a la cual uno pertenece y remarca la relación entre el ego y las fuerzas sociales que tienen algún tipo de influencia sobre las personas en determinados momentos de la vida.

Para Erikson, la teoría psicosexual de Freud y las etapas son pocas y limitadas. Mencionó que el desarrollo del ser humano se forma de etapas, pero se engrandece con el ambiente. Para él cada etapa del desarrollo implica una dificultad, lo que se denomina crisis de madurez, que cada sujeto, cada persona deberá resolver. Y añade el factor que explica que se superen o no se superen: la interacción entre las características propias de cada uno y el ambiente social en el que vive el sujeto.

Erikson divide la vida en ocho etapas de desarrollo psicosocial. Cada etapa está caracterizada por una crisis emocional con dos posibles soluciones, favorable o desfavorable. La resolución de cada crisis determina el desarrollo posterior. Las cinco primeras etapas son especialmente importantes para nosotros porque se centran en la infancia y adolescencia.

  • Etapa de la confianza versus desconfianza. (0 - 1 año)

Esta etapa o período abarca desde el nacimiento hasta la edad de uno o dos años. Erikson asegura que en este periodo de la infancia si el niño recibe los cuidados en cuanto a alimentación y otras necesidades básicas propias de esta edad y se siente amado por sus padres ó las personas que lo cuidan, el niño crece seguro de sí mismo y adquiere la confianza y optimismo que necesita para desarrollarse debidamente. Si esos cuidados y el amor no son proveídos en esta etapa el niño crece inseguro sin confiar en sí mismo ni en otras personas.

b) Etapa de autonomía versus vergüenza y duda. (1 - 3 años)
La segunda etapa de Erikson ocurre durante la edad temprana infantil y abarca desde el año y medio ó dos años hasta la edad de los tres o cuatro años y medio. El niño que recibe la atención apropiada por parte de sus padres en esta etapa adquiere control en sí mismo y se siente orgulloso de sus pequeños logros en vez de sentirse avergonzado. Autonomía en este caso no se refiere a un absoluto control de su voluntad pero al menos los niños que superan esta etapa con éxito son más independientes, tienen iniciativa propia y desarrollan su voluntad en cuanto a lo que quieren y no quieren hacer. Esta es la etapa normal de los berrinches y llantos cuando sus padres no pueden complacerlos y dejarlos hacer su voluntad. Un ejemplo de cómo un niño puede desarrollar autonomía a esta edad es permitiéndole que escoja los zapatos que quiere usar, elegir el color de su camisa o cual tipo de galletitas quiere comer. Si al niño en esta edad no se le dan alternativas sobre mínimas cosas que él puede decidir el niño se frustra y se siente avergonzado y su carácter y voluntad propios no se desarrollan adecuadamente.

c) Etapa de iniciativa versus culpabilidad. (3- 6 años)

De acuerdo a Erikson esta etapa comienza a los tres años y medio o cuatro y termina cuando el niño entra a la escuela primaria. Erikson llama esta etapa “la edad del juego”. Durante esta etapa el niño aprende a compartir con otros, desarrolla su imaginación y su fantasía al jugar. Aprende a seguir las reglas de los juegos y a tomar el liderazgo cuando juega con otros. Si el niño es frustrado o restringido en sus juegos y actividades durante esta etapa de juego, se siente culpable y se vuelve temeroso e incapaz de tomar la iniciativa, se vuelve dependiente de sus padres y no desarrolla su imaginación y creatividad a través de las fantasías normales que tienen los niños a esta edad.

d) Etapa de la laboriosidad versus inferioridad. (7 - 11 años)

Erikson marca esta edad desde que el niño empieza a ir a la escuela hasta que termina su educación intermedia (14 años aproximadamente).
En esta etapa el niño aprende lo básico de la vida que necesita para llegar a ser un adulto funcional y competente. De acuerdo a Erikson aquí es donde el niño comienza su relación con sus amigos y sigue las normas sociales propias de esta edad. En esta etapa también aprende a como seguir las reglas de los juegos y puede jugar en equipo y practicar deportes que contengan reglas definidas. En esta etapa el niño entiende que debe aprender ciertos conocimientos académicos tales como estudios sociales, desarrolla sus habilidades cognitivas para aprender aritmética y las reglas de ortografía y gramática y se interesa por la lectura. A esta edad comprende que hacer la tarea es su responsabilidad y desarrolla auto disciplina la cual lo ayuda a comportarse bien en la escuela, a ser mas sociable con sus amigos y en su hogar y acatar las reglas impuestas por sus padres las cuales aplica en cada uno de los ambientes en los cuales se desenvuelve a esta edad. Si el niño no superó con éxito las etapas anteriores, al llegar a esta etapa se siente dudoso acerca de su futuro y se le forman complejos de inferioridad y se llena de culpa y de vergüenza por no poder adaptarse socialmente y actuar como los niños de su edad.

e) Identidad vs confusión de roles. (12 a 20 años)

Durante la adolescencia, la transición de la niñez a la edad adulta es sumamente importante. Los niños se están volviendo más independientes, y comienzan a mirar el futuro en términos de carrera, relaciones, familias, vivienda, etc. Durante este período, exploran las posibilidades y comienzan a formar su propia identidad basándose en el resultado de sus exploraciones. El sentido de quiénes son puede verse obstaculizado, lo que da lugar a una sensación de confusión sobre sí mismos y su papel en el mundo.

Hay un reto importantísimo ¿quién soy yo?, identidad sexual, rol social,... Es la etapa en la que se conquista la identidad o se dará la confusión de roles.

Después de haber revisado brevemente estas tres importantes teorías, podemos darnos cuenta de que nos ofrecen un marco teórico general para interpretar algunos cambios que suceden durante el desarrollo infantil, las características que se indicaron en cada etapa o periodo son importantes de considerar al momento de realizar la valoración a pesar de esto, debemos considerar que la experiencia nos enseña que no es posible encasillar a los niños en etapas, actualmente el desarrollo del niño se ve afectado por diversos factores, por lo que es importante retomar lo valioso de acuerdo al momento histórico en el cual vivimos.

 

 

 

 

Karen Horney Teoría



Teoría
La teoría de Karen Horney es quizás la mejor de las teorías sobre las neurosis que tenemos. En primer lugar, ofreció una perspectiva bastante distinta de entender la neurosis, considerándola como algo bastante más contínuo en la vida normal que los teóricos previos. Concretamente, entendía la neurosis como un intento de hacer la vida más llevadera, como una forma de “control interpersonal y adaptación”. Esto sería, por supuesto, aquello a lo que estamos dirigidos en nuestra vida cotidiana, solo que parece que la mayoría de nosotros lo hacemos bien y los neuróticos parece que se hunden más rápidamente.
En su experiencia clínica, distinguió 10 patrones particulares de necesidades neuróticas, los cuales están basados sobre aquellas cosas que todos necesitamos, pero que se han vuelto distorsionadas de diversas formas por las dificultades de las vidas de algunas personas.

Incialmente, tomemos la primera necesidad como ejemplo; la necesidad de afecto y aprobación. Todos necesitamos afecto, entonces ¿qué es lo que hace neurótica a esta necesidad?. Primero, la necesidad es irreal, irracional, indiscriminada. Por ejemplo, todos necesitamos afecto, pero no lo esperamos de todo aquel que conocemos. No esperamos grandes dosis de afecto de parte de incluso nuestros mejores amigos y relaciones. No esperamos que nuestras parejas nos den afecto todo el tiempo, en todas las circunstancias. No esperamos grandes muestras de amor mientras que nuestras parejas están rellenando los formularios de pagos a Hacienda, por ejemplo. Y, somos conscientes de que habrá muchas veces en nuestra vida donde tendremos que ser autosuficientes.
Segundo, la necesidad neurótica es bastante más intensa y provocará un gran monto de ansiedad si no se satisface su demanda o incluso si se percibe que no será satisfecha en un futuro. Es esto, por tanto, lo que le lleva a tener esa naturaleza irreal. El afecto, para continuar con el mismo ejemplo, debe expresarse claramente en todo momento, en todas las circunstancias, por todas las personas, o el pánico se instaurará. El neurótico ha hecho de la necesidad lo central de su existencia.

Las necesidades neuróticas son las siguientes.
Necesidad neurótica de afecto y aprobación. Necesidad indiscriminada de complacer a los demás y ser querido por ellos.
Necesidad neurótica de pareja; de alguien que lleve las riendas de nuestra vida. Esta necesidad incluye la idea de que el amor resolverá todos nuestros problemas. Una vez más, a todos nos gustaría tener un compañero con quien compartir nuestra vida, pero el neurótico va uno o dos pasos más allá.

El neurótico necesita restringir la vida de uno a límites muy estrechos, a no ser demandantes, a satisfacernos con muy poco. Incluso esta postura tiene su contrapartida normal. ¿Quién no ha sentido la necesidad de simplificar la vida cuando se vuelve muy estresante; de unirse a una orden monacal; a desaparecer de la rutina; o de volver al útero materno?.
Necesidad neurótica de poder, de control sobre los demás, de omnipotencia. Todos buscamos el poder, pero el neurótico se desespera por lograrlo. Es un dominio de su propia gesta, usualmente acompañado de un rechazo por la debilidad y una fuerte creencia en los propios poderes racionales.

Necesidad neurótica de explotar a los demás y sacar lo mejor de éstos. En la persona común podríamos entender esto como la necesidad de tener un efecto, de provocar impacto, de ser escuchado. En el neurótico, se convierte en una manipulación y la creencia de que los demás están ahí para ser utilizados.
Puede comprender también una idea de miedo a ser manipulado por los demás, de parecer estúpido. Ustedes se habrán percatado de esas personas que les encanta las bromas pesadas, pero no las soportan cuando ellas son el blanco de tales bromas, ¿no?.

Necesidad neurótica de reconocimiento o prestigio social. Somos criaturas sociales, así como sexuales, y nos gusta ser apreciados por los demás. Pero estas personas están sobre preocupadas por las apariencias y la popularidad. Temen ser ignoradas, simples, poco “guay” y “fuera de lugar”.
Necesidad de admiración personal. Todos necesitamos ser admirados por nuestras cualidades tanto internas como externas. Necesitamos sentirnos importantes y valorados. Pero algunas personas están más desesperadas y necesitan recordarnos su importancia (“nadie reconoce los genios”; “Soy el verdadero artífice detrás de las escenas, ¿sabes?”, y así sucesivamente. Su miedo se centra en no ser nadie, falto de importancia y sin sentido en sus acciones.

Necesidad neurótica de logro personal. Una vez más diremos que no hay nada malo en aspirar a logros, ni mucho menos. Pero algunas personas están obsesionadas con ello. Deben ser los número uno en todo y dado que esto es, desde luego, una tarea muy difícil, vemos a estas personas constantemente devaluando aquello en lo que no pueden ser los primeros. Si, por ejemplo, son buenos corredores, el lanzamiento de disco y las pesas son “deportes secundarios”. Si su fuerte es lo académico, las habilidades físicas no son de importancia, y demás.
Necesidad neurótica de autosuficiencia e independencia. Todos nosotros debemos cultivar cierta autonomía, pero algunas gentes sienten que no deberían necesitar de nadie nunca. Tienden a rechazar la ayuda y muchas veces son reticentes a comprometerse en una relación afectiva.

Necesidad de perfección e inexpugnabilidad. Muchas veces para ser cada vez mejores en nuestra vida, tenemos un impulso que puede de hecho ser de consideración neurótica, pero algunas personas pretenden constantemente ser perfectas y temen fallar. No resisten que se les “coja” en un error y necesitan, por tanto, controlar todo el tiempo.

A medida que Horney fue revisando sus conceptos, empezó a darse cuenta que sus tipos de necesidades neuróticas podían agruparse en tres amplias estrategias de adaptación:

Complianza (cumplimiento), que incluye las necesidades 1, 2 y 3.

Agresión, incluyendo las necesidades desde la 4 hasta la 8.

Alejamiento, incluyendo las necesidades 9, 10 y 3. Esta última fue añadida porque es crucial para lograr la ilusión de independencia y perfección total.

En sus escritos, la autora usó otras frases para referirse a estas tres estrategias. Además de la complianza, se refirió a ésta como la estrategia de moverse hacia y la llamada auto-retirada. Sólo tenemos que detenernos un poco para ver que estas frases son muy similares en contenido al acercamiento de aprendizaje o de la personalidad flemática de Adler.

El segundo punto (la agresión) también fue llamado como moverse en contra de o como la solución expansiva. Correspondería a lo mismo que describió Adler con su tipo dominante o la llamada personalidad colérica.

Y finalmente, además de alejamiento, la tercera necesidad fue llamada también como alejarse de o la solución de resignación. Es muy parecido al tipo evitativo de Adler o la personalidad melancólica.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario